Este martes nos despertábamos con la triste noticia de la no celebración del mítico Surfilm Festibal de Donosti. Mediante una nota de prensa, el equipo del festival anunciaba que, después de catorce años –desde 2003– acercando la cultura del surf al gran público, necesitan tomarse un respiro para analizar el panorama actual dentro del sector y valorar la forma que debe adoptar el proyecto.
Desde Surgere, hemos querido hablar con Sancho Rodríguez, director y organizador del festival, para que nos hiciera un breve resumen de lo que ha significado para él esta aventura.
Sancho ante todo se considera un surfista. Nacido en Irun, hace 42 años, nos explica que dio sus primeros pasos sobre una tabla a los doce años, por influencia de su hermano mayor y su grupo de amigos. Sancho estudió en EEUU y en Barcelona, ha vivido en Euskadi y en Madrid, y ha viajado –y surfeado– además de en los citados, en lugares tan variopintos como Francia, Portugal, Marruecos, Islas Canarias, Australia e Indonesia, entre otros.
Nos explica que la idea de organizar el festival le empezó a rondar por la cabeza cuando era responsable de marketing de Loreak Mendiak y Carhartt, concretamente durante una proyección en el Open Zone de LongBoard. Su idea era dar a conocer la cara más alternativa de un deporte que ya de por sí era alternativo como el surf, a través del cine documental. Para ello aspiraba a reunir a la tribu surfera alrededor de la pureza del surf y su medioambiente, abrir las puertas de esa comunidad local al mundo y darla a conocer como una parte de la escena surfera, activa y diferente que ya contaba como referentes con los tubos de Mundaka, las olas de Hossegor y la puntas de Donosti.
Sancho nos cuenta que, a pesar de ser contrario a todos los mecanismos y entes que intentan crear el mainstream para explotar un producto en lugar de sentirse partícipe del mismo, encontró en el equipo de Patagonia a una gran marca que se aleja de esos mecanismos, convirtiéndose en uno de sus grandes aliados en este trayecto.
Durante estos catorce años, el festival ha trabajado varios formatos, que lo han llevado no solo a ceñirse al mundo del cine sino que en su evolución ha tocado todo tipo de disciplinas dentro del arte: desde el citado cine documental al cine de autor y a un cine más convencional, a la fotografía, la música, la pintura y el diseño, gracias a las que han podido elaborar toda una serie de productos propios que les han permitido crear y cuidar una estética e identidad propias. Una identidad de la que se siente especialmente orgulloso, alejada del esnobismo, y que ha llevado al usuario a poder codearse con los grandes nombres que han formado parte del festival y viceversa.
Afortunado se siente por haber podido disfrutar de los distintos emplazamientos, públicos o privados, con los que han contado durante estos catorce años gracias a la colaboración de instituciones públicas o a la iniciativa privada. En este punto recalca que, pese a sentirse muy agradecido por la ayuda institucional recibida, sí que se ha echado de menos una mayor participación de las instituciones en el apartado económico donde esa ayuda representaba tan solo un 7% de la partida presupuestaria.
Nos habla también de la importancia que han tenido para el festival toda esa serie de personas, ya sean anónimas o de nombres más conocidos, que han apoyado al mismo y sin las cuales todo esto no hubiera tenido sentido. No se quiere olvidar a nadie y enumera a toda una serie de nombres que van desde los colectivos locales a otros propios dentro de la producción y realización audiovisual, todos ellos reflejados en la nota de prensa, pero ante nuestra insistencia destaca a uno sobre el resto, Andrew Kitman, por tratarse de un referente inspirador que con el tiempo ha pasado a convertirse en un gran amigo.
Agradece el comportamiento de los medios de prensa, genéricos o especializados, que se han hecho eco del festival y que han ayudado a llegar a un abanico de gente más amplio, de un mayor ratio de edad, no perteneciente a la comunidad surfera, a la que se le ha podido dar a conocer el surf como forma de vida.
Y para finalizar le preguntamos acerca del tema ecológico, señalándole la contradictoria poca conciencia de la comunidad surfera para con el medioambiente. En este punto, Sancho nos regala una reflexión orientada a la búsqueda de un nuevo enfoque que haga más atractivo el tema a las nuevas generaciones que son las que tienen que reinvertir esa tendencia. Nos habla de la naturaleza egoísta del ser humano –en referencia al medioambiente–, y nos señala lo difícil que les ha resultado siempre despertar interés sobre el tema a pesar de las múltiples mesas de debate que han organizado. “Quizás el futuro pase por encontrar un nuevo método que haga más atractivo el tema para los jóvenes que suben”.
Y con esta última gran reflexión nos quedamos, no sin antes darle las gracias a Sancho y a todo su equipo por todos estos años de duro trabajo y deseándoles suerte para los proyectos en los que están metidos, como el Savage Cinema o su colaboración activa con el Wheels and Waves, y que dan continuidad a la marca que durante todo este tiempo han logrado crear.
Mucha suerte, amigos!!!
Para más información visitar nota de prensa.