Hoy en día, cuando puedes comprarle una camiseta de “Thrasher” o “Los Ramones” al señor Amancio Ortega sin la necesidad de haber ojeado nunca la revista (eso en el supuesto de que el comprador sepa que se trata de una revista de skate) ni de haber escuchado una canción del grupo en la vida, o cuando ves a gente paseando un Penny bajo el brazo -¡nunca patinándolo!- y si les hablas de Sancheski te inquieren si es alguna bebida vasca,… Decía, en estos días absurdos, el diseño personalizado, la exclusividad, el huir de la masa para volver a los orígenes, se me antoja, más que un capricho o un lujo, una necesidad de reafirmación personal.
Por eso conocer la obra de Marc (Matdisseny) fue como un chute de oxígeno dentro de un mundo estandarizado y regido por la uniformidad.
¿Cuándo empezaste a pintar tablas? ¿Por qué decidiste hacerlo?
El primer Skateboard que pinté fue una (blanket) sin dibujo, la compré en internet, a Jorge Mansini que entonces iniciaba su proyecto de Promodeldeck. Recuerdo ponerme a pintarla a finales del 2011 con rotuladores y spray.
Cuando la acabé, me gustó tanto que me propuse pintar unas cuantas más para poder realizar una exposición con todas las obras. Para ello empecé a trabajar con skates reciclados, míos o de amigos, que ya no las podían usar por rotas o desgastadas, y me las guardaban para que yo las recuperara de nuevo.
En 2003 terminé mis estudios de Gráfica Publicitaria y trabajé durante varios años en departamentos de marketing y diseño, para pequeñas y grandes empresas. Pero me di cuenta de que tenia inquietudes artísticas, que no podía
desarrollar en los trabajos, así que empecé a experimentar con fotografía y más tarde con la ilustración por cuenta propia; primero con ordenador, con programas como Illustrator o Photoshop, siempre mezclando ilustración manual y digital, y más tarde volví a los orígenes con rotuladores y papel, hasta que un día empecé con la madera de los Skateboards.
Mi unión con el Skate es una pasión desde la infancia, recuerdo que aprendí a patinar con uno de mis mejores amigos, Sergi Vila. Al principio nos tirábamos sentados por pequeñas cuestas con su Holly Sport (de colores negro y fluorescente). Más tarde llego mi primer Skate, un Boomerang negro y fucsia lleno de protectores , incluso con su freno en el tail! Fue un regalo de mis padres por aprobar el curso, yo tendría unos 11 años, y durante un tiempo fue mi medio de transporte para ir a la escuela. Fue una muy buena época, finales de los ochenta, nos juntábamos más de 15 skaters en la rambla de mi ciudad y la bajábamos todos juntos hasta el final del paseo, emulando a nuestra manera películas como “Thrashin” y “Al filo del Abismo”. Para entonces ya habían llegado los modelos de Powell Peralta. Tuve la suerte de tener una Tony Hawk, que regalé a mi amigo Sergi unos años después de dejar de patinar. Recuerdo también patinar con una BBC (Phillips) laminada con cera que aún conservo, y mi último Skate fue una New Deal, que se quedó coja cuando partí un Kingpin del eje.
A mi lo que me gustaba más era “carvear”, patinar por patinar, más que meter trucazos. Pero a los 17 en casa me decían que ya era demasiado mayor para patinar, y que tenía que decidir entre estudiar o trabajar. Acabé trabajando y estudiando diseño gráfico y después de unos cuantos años, ya con 31, decidí volver a adquirir un nuevo Skate. Actualmente, suelo patinar algún fin de semana, pero nada de trucos, sólo para disfrutar de la sensación y no perder el equilibrio, cuando hago algún viaje o en vacaciones, me gusta llevar el Skate, para conocer el lugar o la ciudad de una manera diferente y descubrirla patinando.
¿Qué materiales utilizas?
Lo que más uso son los sprays, rotuladores acrílicos y pinceles para dar alguna capa de imprimación en la madera. Al principio usaba rotuladores de base alcohol, pero para la madera, prefiero tipo posca, por la duración y el acabado final de más calidad.
Para trabajar la madera del Skate, lo hago de forma manual y con herramientas,
tipo lijadora, caladora para darle un nuevo shape a la tabla.
Trabajar con Skates reciclados conlleva más trabajo, ya que hay que rascar la madera, para hacer desaparecer el dibujo original.
¿Cómo definirías tu estilo?
No es un estilo único o definido, yo diría que es una mezcla de todas las cosas que me gustan, muy influenciado por la cultura del Skate, la música punk-rock y el Grafiti. Mis referencias son ilustradores como Jim Phillips (Santa Cruz) y Vernon Courtland (Powell Peralta) que fueron los primeros gráficos de Skate que llegaron a mis ojos, en la única tienda de Skate que había en mi ciudad, y donde pasábamos mucho tiempo: mirando el material que acababa de llegar, mirando revistas como Thrasher, entonces no teníamos internet, y todas las novedades venían directamente de Estados unidos.
Actualmente sigo mucho los trabajos de ilustradores como Mike Giant, Timber, o Ricardo Cavolo; también me encantan las obras de Shepard Fairey (Obey) y artistas como Banksy, D-Face, Miss Van, Dr Hofmann 27, más relacionados con el mundo del Street Art y Grafiti.
¿Cuándo y como empezaste a exponer tus tablas? ¿Qué resultados obtuviste de esas primeras expos?
La primera expo fue en agosto del 2014, en mi ciudad natal, Manresa. Me cedieron el espacio “Espai Rubiralta” donde mostré unas 14 tablas y una Skate Guitar, con 2 colaboraciones. El resultado fue muy bueno, mucha gente se interesó en mis trabajos y vendí de 3 de ellas.
Después la lleve a Barcelona, a la pequeña galería Sho Bcn. A partir de ahí, Jose, el propietario de la tienda de Skate “State” en el barrio de Gracia, le entusiasmó la idea y me pidió exponer en su tienda. Luego volví a Manresa, a Vic y en 2015 llevé la expo a la mítica tienda de Skate “Caribbean”, en Madrid, junto con colaboraciones de Albert Soldevila. Conocer a Doc Caribbean y familia, fue una gran experiencia, además de darnos a conocer, nos trataron genial, y nos dejaron las puertas abiertas para volver.
Lo mejor del proyecto es que al principio empecé yo solo, pero con el tiempo, nuevos artistas y ahora amigos se apuntaron: Albert Soldevila, Pons Guitars, Claudia Rigby, Ceskus, Marcos Cabrera, Rakkk Artworks, María Callizo. La última colaboración fue con uno de mis referentes, Dr Hoffman 27, con el cual hicimos un cadáver exquisit (técnica mixta) para la última exposición en el Fat Caos Museum de la ciudad de Terni (Italia)
Este pasado verano llegaste a un punto de inflexión con tu viaje a Italia. Háblanos de eso.
Sin duda una experiencia genial. Me planteé aprovechar el verano para dar a conocer mis obras fuera de casa. Actualmente trabajo como formador de cursos TIC (tecnologías de la información y comunicación) a tiempo parcial, lo que me permite disponer de tiempo libre y poder dedicarme más a proyectos artísticos y personales como el del “Skate Art”
Tengo la suerte de tener familia en Italia, y hablé con ellos para ir a verlos y aprovechar el viaje para buscar algún sitio donde estuvieran interesados en exponer mis obras. Cargué en mi coche todos los Skate Art y los de amigos que habían colaborado, y me marqué un viaje de 8 días hasta llegar a Italia, pasando por la costa, cada día durmiendo en un sitio diferente, delante de la playa, y despertándome con un baño. Es una experiencia que recomiendo a todo el mundo, realizar un viaje solo te abre la mente a conocer y ver las cosas desde otros puntos de vista.
¿Qué aprendiste allí?
Aprendí a moverme y darme a conocer en un lugar que no era el mío, a buscar sitios para exponer mis obras y colaboraciones. Al principio me hacia entender en inglés, después aprendí un poco de italiano, lo que me ayudó a conocer a más gente y a integrarme mejor. Patinando descubrí la ciudad de Terni y sus rincones, el centro cultural del Caos Museum y la única tienda de Skate de la ciudad, “Snow Flake”, donde me ayudaron en todo, por el solo hecho de llevar un patín en las manos, nos hicimos muy buenos amigos y acabamos haciendo una colaboración de Skate Art que tienen expuesta en su tienda.
Era genial ver la cara de la gente, cuando me pedían que les mostrara mis trabajos con mi portfolio, y ver como en un lugar donde nadie te conoce, valoran y admiran tu trabajo. Un día me presente en el Caos Museum y allí empezó todo: les conté mi historia y me dijeron que les enviara un correo con mi portfolio y trabajos, al cabo de unas semanas me contestó la directora del Museo diciéndome que les interesaban mis trabajos y querían una reunión conmigo para definir una exposición. Yo llegué en julio y a mediados de agosto me confirmaron fecha para exponer en septiembre en el Fat Caos. Me habían buscado un espacio para incluirme en la agenda del Terni Festival, el evento más importante de la ciudad a nivel cultural, un festival internacional de creación contemporánea que se celebra una vez al año. Finalmente todo salió redondo, un viaje de unas semanas, que se alargó unos meses y donde, gracias a la exposición, conocí e hice nuevos contactos y realicé mi primera customización de Skate Art para un cliente, que ahora también es un amigo, que se interesó por mi estilo y obras. Gracias Francesco 😉
Volviste cargado de experiencias y aprendizaje. ¿Cómo te ha influido ese viaje?
La experiencia de viajar solo, te llena mucho, porque cada día es una aventura, y siempre acabas conociendo gente nueva, doy gracias a mi familia de Italia, ya que sin ellos, no hubiera podido estar tanto tiempo fuera de casa.
Para mí es un básico y cada vez lo necesito más, poder escapar unos días o semanas, te llena la mente y te ayuda a regenerar las ideas: cada paisaje, cada persona que conoces, el tener que hablar un idioma diferente, todo eso luego
queda en ti y en las obras que realizas.
¿Qué proyectos inmediatos de futuro tienes?
Mi proyecto más inmediato seguir trabajando con los cursos para poder ahorrar un poco y así poder volver a mover las obras por otras ciudades de Europa, este próximo 2017. También tengo en mente pintar nuevos Skate Art con las experiencias del viaje a Italia, y pintar alguna tipo “Flash Tattoo” con objetos relacionados con el Skate y su cultura, y entre todo esto también intentar pintar mi primera tabla de Surf reciclada.
¿Te planteas hacer tablas personalizadas por encargo?
Este es uno de mis objetivos; si alguien está interesado, puede escribirme en el formulario de contacto de mi portafolio. Una vez contacte conmigo y lleguemos a un acuerdo, mi manera de trabajar es como la de un estudio gráfico: hacemos un briefing para conocer los gustos de la persona y definir el proyecto gráfico, una vez cerramos la idea, empezamos la ilustración.
Para más información sobre el trabajo de Matdisseny, podéis visitar su Fan Page de Facebook e Instagram.
por Helga Molinero / @HelgaMolinero